domingo, 24 de febrero de 2008

No, no siempre fui tan feo

"No, no siempre fui tan feo
pero el mundo tampoco
está nada guapo"

-Roque Dalton-

Es una sala chiquitita la del Teatro el Canto de la Cabra.

Como mucho seríamos 50 o 60 personas sentándonos con las luces medio apagadas mientras un tipo con una bolsa de papel marrón en la cabeza y dos "agujeritos ojales" nos ojeaba mientras empezaba a hablar con nosotros, a interaccionar. Es curioso, cuando yo hacía teatro me encantaba interaccionar con mis compañeros como público en los ensayos. En cambio como espectadora, me hago un ovillo en el asiento y me camulfo con el aire para intentar no ser el centro de atención...

Empieza la obra. Confieso que aunque el hombre de la bolsa en la cabeza dejó de interaccionar con nosotros, fue tan solo cuando empezó con esas poesías y su puesta en escena cuando realmente hubo comunicación bidireccional por mi parte. Poesía. Poesía.

Y no es una obra cualqueira de puesta en escena de textos. Es la vida de todos en esos textos. Ni un actor cualquiera-José L. Esteban-, sino muchas personas diferentes en un mismo molde. Es una música que no lo convierte todo en musical. Y unos ciudadanos cualquiera en una proyección de fondo arrancándose sus poesías anónimas del vivir.

Es como el teatro debe de ser: una experiencia, una alienación sensible, un atreverse a creerse el jugar. Porque solo así se capta la vida nostra.

Nota: 8'38

Más información: - No, no siempre fui tan feo
- Compañía Teatro del Temple
- Teatro de la Cabra

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